Carta a Fanny del Rio (escritora mexicana, y amiga curiosa)

Querida Fanny
Todo es lo suficientemente simple como para que cualquier explicación resulte incomprensible.

Llegue a Tailandia hace 2 años a trabajar en un proyecto de relación de bases de datos sobre la cuenca del Río Mekong. Todos los países por los que pasa el río o relacionados con sus afluentes resolvieron coordinar esfuerzos para administrar un poco mas racionalmente este recurso hidrico y su ecosistema, que es como el Amazonas de Asia.
Desde Bélgica yo les hice una parte del proyecto a los Tailandeses, integrando elementos informaticos con educación de adultos de Paulo Freire y el libro del Crandon. Les encanto, los alemanes pagaban la fiesta así que se embarcaron a integrarse a la base de datos regional en la que ya se estaba trabajando en Laos, Camboya, Myanmar y Vietnam.
Pero no encontraron a nadie que trabajara por cuatro monedas (salario Tailandés) e hicieron un llamado abierto internacional. Por razones personales que no vienen al caso, me presente y llegue directo a ChiangMai.
En ChiangMai me encontré trabajando en el marco del Royal Forestry Department (RFD, Guardabosques del Rey) que son a la ecología algo así como el departamento contable de la Shell.
Para darte un ejemplito superficial, estos monstruos agarran un mapa y marcan con drypen “área protegida, parque nacional”. Lindo enunciado, pero después llegan con la pesada y desalojan por la fuerza a centenares de pequeñas aldeas que estaban allí desde hace mas de 400 años.
Me descubrí trabajando con los malos. No malos malos, sino malos con buenas intenciones a los que el “costo social” no preocupa, cuando llega una orden de Bangkok. A veces son peores que los malos malos.
Debo decir que estos “ malos” a nivel local no son tan malos, y nos encontramos codo con codo dándole a los villagoises los elementos necesarios para defender sus derechos, algo bien sencillo: mapas.
Todo ello me llevo a vincularme con la Universidad, donde tuvieron a bien reconocerme los años de medicina y de Análisis de Sistemas y me iniciaron en la geografía, análisis de fotos satelitales, uso de elementos informáticas, GIS, etc.
Con mapas los villagoises podían marcar los limites de “su” territorio. Tenían información e información es poder. Nos dedicamos con varios amigos de la Universidad a enseñarles a “leer” mapas, para poder negociar con fuerza.

Como tenia aun algo de tiempo libre empecé a dar clases de ingles, primero en ChiangMai en la Escuela para Ciegos y luego en varias escuelas publicas. (Gratis, se entiende, que aquí no hay plata ni para cosas básicas, sida, malaria, paludismo, fiebres de todos colores).
También arme tres grupos en la Universidad, uno de español, uno de francés y uno de estudio comparado del lenguaje. Gran método y excusa para aprender Thai!!

En el medio vinieron las inundaciones del 2001 y una serie de violentos aluviones en toda la zona.
El problema es sencillito, las tribus de las colinas usan el método de quemar la selva y plantar y cuando la tierra se agota se van a otro lado. El sistema estuvo en equilibrio mientras produjeron para si mismos, por miles de años, pero cuando además debían multiplicar las extensiones plantadas para comprar la tele, la moto, etc. se perdió el balance. En cada monzón la capa superficial de tierra que antes quedaba contenida se va, después las lluvias van erosionando raíces y formando cavidades en la montaña y un buen (o mal) día una súper lluvia se lleva media montaña y la masa de piedra, lodo, árboles y agua arrasa todo lo que encuentra en el camino.
En el 2001 lo grave fueron los aluviones y no tanto las inundaciones, que tienen otro ritmo y permiten evacuar a la gente. Aunque la combinacion de ambas cosas es dantesca.
En los aluviones trabajamos días y noches, sacando gente colgada de árboles o rocas mientras la masa se seguía moviendo como la lava y mientras seguía lloviendo (durante el monzón hay una sola lluvia, pero dura cuatro meses).
Sacamos gente viva y muerta, sacamos niños. Me toco también ponerme al día con los días de guardia en la emergencia del Maciel y me metí a hacer vías centrales, descubiertas, un parto!, suturas de todo tipo, reducción de fracturas y todo lo que fuera necesario para que la gente siguiera tosiendo o sea, viviendo. Por suerte no se nos caía el techo encima.
Unas cuantas veces me sacaron a mí, que me metía donde no debía con mi camioneta o con una cuerda a buscar gente.
Una vez estuve casi dos días enterrado con la camioneta en el lodo respirando bajito por una rendijita y rezando para que no me pegara ninguno de los árboles que pasaban. Finalmente pudieron engancharme y un elefante saco la camioneta de su tumba.
En el medio de esto la red de ayuda – evacuación, remedios, agua y comida!!!- era un desastre, sin conexión entre ampoers y tambons y moobaan (organización distrital, zonal y el poblado), así que –también con el apoyo de la Universidad y del RFD (los malos no tan malos) organizamos una logística que nos permitía mucha agilidad en la llegada, control y distribución pero también incluía en la base de datos la gente perdida o encontrada, la gente muerta y desaparecida, los que buscaban a alguien o los que eran buscados.
Finalmente las cosas fueron retomando su curso y el sistema quedo en aplicación en la universidad donde los sesudos decidieron estandarizarlo para el caso de nuevas situaciones de emergencia.
Yo seguí relacionando bases de datos sobre el Río Mekong, yendo a Laos, Myanmar, Camboya como trabajo “oficial” y haciendo mapas y yendo a las montañas en los fines de semana.
Coincidió el fin del proyecto del RFD (sueldo oficial) con que me robaran absolutamente todo, por lo que me vine a vivir a un village donde enseño ingles, computación y fútbol. Almuerzo en la escuela con mis alumnos. Varios días a la semana agarro mi bicicleta y me voy a aldeas vecinas a dar clases. Tuve que suspender –por costo/distancia- varias actividades en ChiangMai.
Seguramente los Thais de la aldea piensan que soy una especie de loco pacifico, vivo solo, con mi música, mis libros y mi ordenador portable al que conecto a Internet gratis gracias a ciertas habilidades non sanctas como hacker contra la compañía telefónica local lo que me permite tener mi correo al día, leer los diarios uruguayos, buscar trabajo en Mongolia o China, etc.
Hablo y leo Thai, lo cual los deja absolutamente pasmados.
Fanny, en tu mail hablas de la similitud de rasgos entre mexicanos y asiáticos, la similitud va mas allá de los rasgos y lamentablemente no hay recursos en la Universidad local para profundizar en esto, pero los rasgos, complexión, vestimenta de las tribus de las montañas, son casi calcados de los indios de Bolivia, Perú y Ecuador, pero lo que es más interesante es que los útiles, los telares y los diseños de los tejidos, que perduran mas en el tiempo que los idiomas, son virtualmente idénticos. Si algún día tengo plata voy a estudiar eso mas a fondo.
Bueno, basta de disgresiones.
Diferentes grupos universitarios impulsaron y obtuvieron a través del Senado de la Universidad que se me otorgara un PhD in Sciences. El village donde vivo se anoto (se anotan en todas donde haya de comer y tomar) y reclamaron que la fiesta sea en el “centro comunal” y con honores especiales, de allí el elefante y el pasaje por el templo a visitar los monjes.
Que ciencias? Ni idea, todavía no sé por que voy a ir preso, si por practica ilegal de la medicina, arruinar una camioneta propiedad del estado, crackear la compañía telefónica, enseñar sin permiso de trabajo o dar mapas sin autorización para subvertir el orden publico.

Lo divertido de todo esto es que la fiesta es el 18 y yo estoy ilegal desde el 1 de diciembre porque en mi pasaporte no entran mas sellos. Pero esto es ya otro tema.

Bueno, como veras todo bastante confuso y cada línea es una historia en particular que puede ser desarrollada en varias paginas.

Prometo fotos.

:-D

Ignacio