Y en eso llego el ciclon...

Y en eso llego el ciclón…


Y en eso llego el ciclón…

 

De salida de Nueva Caledonia hacia Montevideo (Uruguay) decidí de hacer una parada en Tailandia, donde soy copatrocinador de varios proyectos,  la mayoría de ellos en las montañas de la zona fronteriza con Myanmar. Proyectos de desarrollo y escolarización de niños de familias refugiadas de la guerra fronteriza. Una guerra que libran la junta militar, los narcotraficantes y la población local que sin tener un programa político vanguardista, se niegan simplemente a ser exterminados o a abandonar sus tierras.

Todo esto con el telón de fondo de una frontera a la vez permeable y peligrosa, donde todos tiran contra todos, incluyendo  las patrullas fronterizas tailandesas que buscan evitar por todos los medios desestimular el flujo de refugiados.

 Y en eso estaba cuando llego el ciclón Nargis, que aquí en las montañas de Tailandia solo se tradujo en interminables lluvias fuera de estación.(La zona verde del mapa de la Comision Europea)

Pero en la franja costera de Myanmar ya se cuentan oficialmente 22.000 muertos y más de 40.000 desaparecidos.

La junta militar que gobierna Myanmar ha cambiado de opinión varias veces acerca de permitir la llegada de ayuda humanitaria.

El punto critico de las dudas es que la mayoría de los gobiernos y organizaciones no gubernamentales rehúsan canalizar la ayuda a través del circuito militar y por su parte la junta no ve con tranquilidad la llegada de cientos o miles de trabajadores humanitarios que tomarían contacto directo con la población de este país tradicionalmente  cerrado al mundo.

El próximo viernes esta previsto el ingreso a Myanmar de una delegación de organizaciones no gubernamentales tailandesas por la frontera de Tak a fin de evaluar las condiciones de colaboración para el envío de medicinas y alimentos a las ONG locales de forma confiable.

El permiso fue rechazado, luego autorizado, revocado y finalmente confirmado.

Debo confesar que esta vez no voy muy tranquilo a territorio birmano, ya  una vez quede bloqueado una semana por un intempestivo cierre de fronteras. Otra vez simplemente me rehusaron la visa para visitar a una amiga en arresto domiciliario por ser referente de la oposición.

Nuestro convoy saldrá de la ciudad de Mae Sod en la provincia de Tak y tomara la ruta 85 hacia Thaton desde donde podemos acceder a Rangún y a toda el área del delta donde el ciclón golpeo más fuerte y donde se concentra un cuarto de la población de 57 millones de este país.(VER MAPA)

No estaré en condiciones de mandar mails y seguramente tampoco podremos sacar fotos, lo que  esta expresamente prohibido en nuestro permiso, sin contar con que estaremos las 24 horas acompañados por  una escolta oficial (para nuestra protección, según el consulado de Bangkok).

No me preocupa lo que vamos a encontrar, ya me toco estar en Banda Aceh en Indonesia después del Tsunami con el mar devolviendo cadáveres a cada rato.

Me preocupa lo que no vamos a ver ni jamás poder confirmar la version de los refugiados de que la junta hizo una limpieza de cárceles sumando miles de presos políticos a la cifra de muertos por el ciclón.

Pero con el ciclón, también empiezan a cambiar los vientos políticos, todos esperan aquí, en las aldeas perdidas, que sea en beneficio de la población birmana, y no simplemente una operación mas de democracia-saqueo a la que nos tiene acostumbrados el occidente civilizado.