"Finalmente este mundo para quien es?"

LOS REFUGIADOS de la guerra

El drama africano se expresa en todos los ámbitos de la vida. De la vida de ellos y de la nuestra, porque tambien es un drama de la humanidad - nuestro drama - saber de la muerte de millones de seres humanos y simplemente apretar el botón del control remoto para cambiar de canal.

Creo que vale la pena compartir esta jornada con el relato de este refugiado rwandés, que busco un lugar seguro para el y su familia en Zaire (Congo).

Pero en África los civiles, los inocentes, los no combatientes, son armas políticas arrojadizas. Y así lo que debía ser una repatriación digna se convirtió en otra masacre dramática donde hombres mujeres y niños fueron empujados a balazos y machetazos fuera de los campos de refugiados debiendo adentrarse en selvas, pantanos y sabanas para escapar de la amenaza de una muerte segura. Millones perecieron.

" Las explosiones de minas fueron constantes sobretodo en la ciudad de Goma y sobre la ruta Goma-Rutshuru por donde debían transitar los camiones cargados de ayudas destinadas a los refugiados ruandeses y burundeses.

A medida que la inseguridad aumenta, las organizaciones que debían proteger los refugiados se retiraban, sentíamos que nos íbamos quedando solos. En nuestro campo habia casi 350.000 personas, niños, enfermos (graves y leves), mujeres embarazadas, disminuidos físicos y psíquicos, etc.

La intensidad de los combates llevo a que los civiles zaireños también buscaran refugio, se replegaron en nuestros campos huyendo de la guerra. Ellos esperaban encontrar allí militares zaireños para que les protegieran. Desgraciadamente esos militares habían ya huido los primeros, esta vez en ropa de civiles. La entrada de la población zaireña en los campos permitió a los rebeldes de aprovecharse para poder entrar ellos también. Una vez dentro comenzaron a matar con machetes y  bayonetas toda persona, sin distinción, empezando por quienes mas difícilmente podían moverse, mujeres embarazadas, enfermos, discapacitados, niños.

Llenos de pánico buscábamos la manera de escaparnos, refugiados y zaireños confundidos. Preferimos el camino de las lavas volcánicas, no porque eran mejores sino porque eran más seguros. No había ninguna posibilidad de ir por los caminos normales y practicables pues los rebeldes hacían allí una verdadera carnicería. Los que pudieron salvarse se encontraron, unos a los pies del volcán NYAMURAGIRA y los otros se dirigieron del lado de TONGO, al interior del país. La travesia entre las lavas volcánmicas nos costó caro: muchísimos heridos a causa de esas lavas, murió gente afixiada, deshidratadas, etc. Separándose los familiares se dispersaron. Era el: "salvarse quien pueda".

Llegados a los pies del volcán tuvimos que atravesar una selva densa y virgen donde la fauna eran los búfalos y los monos. Nadie conocía el lugar. Algunas personas se ofrecían voluntarias a abrirnos paso a través de esta selva inmensa. Marchábamos en fila india. En plena selva los rebeldes que pudieron esconderse entre el gentío mataban las personas que sospechaban podían tener un poco de dinero, como también a las jóvenes y jóvenes de estatura vigorosa. Los que no fueron asesinados se perdían de los suyos, se escuchaban gritos, alaridos, gemidos de hombres, mujeres y niños sin protección y sin defensa. Peor aún, algunos perdieron el equipaje que llevaban sobre sus cabezas o bien lo tiraban simplemente a causa de la fatiga. Como no había nada para comer, comenzamos a comer hojas de árboles y raices de algunas plantas.

Desde que dejamos el campo, pasamos 4 días sin agua. Si llovía nos contentábamos con eso. Cuanto más se avanzaba, mas cuerpos encontrábamos de personas asesinadas con cuchillo o con armas de fuego. Los que no morían de heridas, morían de hambre, de falta de agua y de fatiga. En esta selva muchísimos perdieron la vida, sobre todo los niños y las mujeres embarazadas. Yo pude calcular unos 3.000 cadáveres vistos con mis propios ojos. Despues de 11 días en la selva nos dimos cuenta que habíamos subido sobre el volcán NYAMURAGIRA. Es el volcán más bajo de la region, de 2452 m. de altitud. En la cima de este volcán encontramos algunos charcos de agua. Los que tenían recipientes sacaban agua y volvían atrás para ayudar a los hombres sedientos. Bajando la otra ladera del volcán la pendiente es muy fuerte, lo cual fue una dificultad más para nosotros. A la salida de la selva, después de 2 semanas, los sobrevivientes se cruzaron con los refugiados de los campos de MUGUNGA y del lago Verde quienes vinieron ayudarlos y a buscar a los suyos. Cada uno traía o bien una pequeña garrafa de agua o bien un poco de comida. Hasta ese momento esos campos no fueron atacados . Desgraciadamente esta acogida no duró mucho porque los rebeldes rápidamente bloquearon este lugar lleno de seres humanos desamparados. Los últimos refugiados que llegaron al límite de la selva debieron de pasar sobre territorio dominado por los rebeldes. Muchos son los que encontraron allí la muerte.

Yo termino este testimonio con una amargura enorme.  Finalmente este mundo para quien es?

Que el que organizó el plan de conquista y explotación de la región de los Grandes Lagos en África salga garante de la sangre que corre sin cesar."


Conocí a quien escribió este relato. Encontre como el, muchos refugiados de guerra en Goma y Kisangani. Tan lejos del primer mundo, tan diferentes de esos números fríos de la prensa diaria, que ya no conmueven a nadie.

Que puedo agregar? Volvería una y otra vez a África solo para demostrar porfiadamente que los seres humanos nos debemos la solidaridad. Nada de este dolor me es ajeno.