Publicado en el 13/2/2006

Parlamento Europeo apoya la iniciativa internacional
Campaña contra bombas de racimo


Hace tres años (2003) iniciamos la campaña contra los molinos de viento. Formamos la Cluster Munition Coalition tejiendo una red entre muchas ONG y quienes nos encontrábamos "sobre el terreno".

Por IGNACIO SERE desde Tailandia

Finalmente, hace apenas unos días, el Parlamento Europeo aprobó una resolución ( P6_TA-PROV(2006)0033 ) sobre Discapacidad y Desarrollo que paso desapercibida para muchos, pese a la enorme importancia de su contenido y su mensaje inequívoco a la comunidad internacional.
Dicha resolución establece medidas y recomendaciones para el 2007, Año Europeo de la No Discriminación. Y establece sin cortapisas en el punto 15 de la resolución que el parlamento europeo "apoya plenamente la lucha a escala mundial para erradicar las minas terrestres antipersonales y otros sistemas de armamento polémicos como las municiones de fragmentación (ndr:cluster munition), en particular a la vista de los efectos en los niños que son víctimas de ellos; pide al Consejo y a la Comisión que tomen medidas urgentes y decisivas contra los países que siguen fabricando, vendiendo o utilizando minas terrestres; pide al Consejo y a la Comisión que den prioridad a la limpieza de minas terrestres en los países en desarrollo".
Aquí en las montañas del norte de Tailandia, a unos kilómetros de Laos y Myanmar, la noticia fue un soplo de aire refrescante.
La enorme cadena de personas que coordinan esfuerzos a través de Internet por lograr un mundo más fraterno no deja de vibrar.
Imagino que la computadora de la Diputada Percovich, contacto en Uruguay de la Cluster Munition Coalition se ha visto igualmente llena de mensajes entusiastas.
Se trata de un precedente de tal contundencia que es de esperar que en el mediano plazo se traducira en legislación a nivel de cada pais europeo.
Y ya no se trata solo de minas antipersonales, el parlamento Europeo ha introducido a texto expreso su condena a las municiones de fragmentación!! .
Globalmente queremos para el mundo lo mismo que para nuestro rincón, y los avances en ese camino son generalmente silenciosos.
Silenciosamente el parlamento Europeo resolvió con sabiduría.
El avance hacia la humanidad rara vez sale en los diarios, son más noticia los retrocesos. Aquí, desde un lugar que no figura en los mapas, creo que vale la pena escribir estas líneas para los lectores de La República.
LA SOCIEDAD CIVIL EN MARCHA
Para que compartan mi emoción debo hacer un poco de historia. En 1992 se juntaron un puñado de ONG para luchar contra las minas antipersonales. Esa organización de la sociedad civil, sin apoyos gubernamentales se convirtió en la ICBL (campaña Internacional para la Prohibición de Minas Antipersonales).
En poco tiempo se logro la adhesión de varios gobiernos y se realizo en Ottawa una reunión de países y ONG que dieron origen en la ONU a la resolución que prohibiría la fabricación, almacenamiento, traslado y uso de minas antipersonales, cuyos efectos sobre las poblaciones civiles fueron equiparadas a crímenes de guerra.
La mayoría de los países del mundo aprobó la resolución de ONU así como legislaciones propias en el mismo sentido, Uruguay aprobó la resolución y me consta que la Diputada Margarita Percovich trabaja para cumplir la parte de la resolución de ONU que Uruguay aun no ha cumplido: legislación nacional sobre el tema. Algunos países se situaron al margen, claramente entre ellos, los países fabricantes o los que no deseaban compromisos acerca de la utilización, entre los que encontramos a China, Estados Unidos, Cuba, Israel y Rusia.
El 1997 este frente unido de ONG recibió el premio Nóbel de la Paz. Handicap Internacional entre ellas.
LAS BOMBAS DE FRAGMENTACION
Las nuevas tecnologías dieron luz a las bombas de fragmentación, llamadas también de racimo o cluster. Esas bombas cobraron popularidad por ser parecidas a latas de comida, que costaron la vida, ojos, piernas o manos a miles de niños y mujeres en Afganistán e Irak.
Las organizaciones y trabajadores humanitarios dieron la alerta.
En noviembre del 2003, en La haya, quienes estábamos involucrados en la lucha contra las minas antipersonales tejimos acuerdos de trabajo y lanzamos una nueva campaña internacional, esta vez contra las municiones en racimo (cluster). Este grupo quijotesco se llamo Cluster Munition Coalition.
Yo estaba entonces dirigiendo un proyecto de deminaje de Handicap Internacional en el Congo, donde confrontábamos diariamente con la muerte, las mutilaciones y los perjuicios económicos derivados de los campos y bosques minados.
Los poderosos lobbys de la industria del armamento, resentidos y escarmentados por las limitaciones impuestas por la comunidad internacional contra las minas, se movilizaron y parecía hace 2 años imposible avanzar contra las bombas de racimo.
Sin embargo, poco a poco abrimos puertas de despachos, de medios de prensa, abrimos corazones y movilizamos organizaciones sociales generalmente preocupadas por cosas mas "concretas" que bombas abstractas en paises abstractos.
Cierto es que en cada país todos están concentrados en los prioritarios problemas locales, en las dificultades diarias, y sin embargo, avanzamos.
El internacionalismo humanitario alternativa solidaria a la globalización es un camino de muchas vías, que involucra a quienes sin fronteras se movilizan por un planeta mejor.
A veces cuando tenemos un instante para levantar los ojos de nuestros problemas locales, vemos que no estamos solos.
Aquí en este lugar perdido llamado el triangulo dorado, triple frontera de contrabando, guerrilla, tráfico de opio y miseria, también sale el sol y llegan las buenas noticias.
Vale la pena seguir adelante, Navegar es necesario. *